Rotundamente NO.

En el mercado existen muy diferentes tipos de válvulas. Son distintas desde un punto de vista de funcionamiento mecánico, pero también respecto a la presión a la que se abre cada válvula.

Cuando colocamos una válvula siempre escogemos la que mejor se adapta a las características de nuestro paciente. Llevar una válvula programable tiene una serie de ventajas para algunos enfermos, pero también una serie de inconvenientes, por lo que este tipo de válvula sólo debe colocarse cuando es necesaria.

Su neurocirujano le explicará como funciona su válvula y porque la ha seleccionado para usted.