La estimulación motriz es siempre es positiva. Estos niños, incluso inmediatamente después de la cirugía, suelen mejorar la motricidad (sostén cefálico, sedestación, etc.), por lo que hay que seguir potenciando estos aspectos después de la intervención.
Con respecto a los cuidados, el primer mes de la cirugía es el más delicado, porque el hueso está recientemente manipulado y porque las heridas todavía no han cicatrizado, por lo cual recomendamos más atención para evitar golpes y lesiones evitables. No obstante, a medida que transcurre el tiempo, el niño por su naturaleza y evolución querrá jugar, gatear y caminar y debemos permitírselo.
Por otra parte, existen situaciones inevitables (caídas, golpes en la cabeza…), por lo cual recomendamos son los mismos cuidados que tendríamos con cualquier otro bebé de la misma o menor edad.