Habitualmente recomendamos que el niño esté unos 3 meses sin asistir a la guardería, después de la intervención de una craneosinostosis simple.
Este tiempo se puede prolongar hasta un año si se trata de un niño intervenido de una craneosinostosis compleja.
Aunque siempre hay que tener presente que cada niño es diferente a los demás, cada familia tiene sus condiciones y la evolución clínica de cada niño puede variar, por lo que estos tiempos no son cerrados y pueden modificarse para hacerse más cortos o más largos, según sea necesario. En todo caso, consultar siempre con el neurocirujan@ responsable del niñ@.